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CarENciA

13/02/2004 a las 20:32 - acordeon

13/02/2004 a las 20:32 - acordeon Me he levantado tarde, no he oído el despertador y pensaba que no llegaba. Realmente no se si ha sonado a lo mejor he estado desmayado toda la noche porque he empezado a trabajar de nuevo por la mañana y me esta costando un poco madrugar.

A veces me sucede que tengo sueños en los que me siento incomodo, bien por miedo, bien por angustia... sueños en los que llegado el momento tomo el control de ellos y decido despertarme para que la cosa no vaya a peor. Hoy ha sido uno de esos días.

Estaba caminando por un sendero, me recordaba a los que recorría en el pueblo de mis padres; de tierra, atrapado entre casas de paredes blancas y otras de piedra. Era de noche y entre las débiles luces de los farolillos veía caminar a gente, eran gente mayor y yo me cruzaba entre ellos. De repente ví que uno de ellos me resultaba muy familiar, conocía aquella figura, me acerqué a el y al pasar a su lado vi algo que no podía ser cierto. Era el padre de Alfredo, Eusebio, alguien que nos había abandonado no hacía mucho (quizá haga mucho pero esas cosas siempre se recuerdan breves), le veía tan claramente como me veía a mi mismo (era un sueño muy limpio, los colores muy vivos) y no sabía lo que sucedía aunque tampoco me ha importado mucho, simplemente me detenido a mirarle incapaz de decirle nada por el nudo en la garganta que tenía. Me duele mucho recordar a alguien que ya no esta y en ese momento era tan real y aun así sabía que no lo era, me he empezado a sentri muy mal, quería preguntarle que estaba sucediendo pero me era imposible y he comenzado a llorar. He decidido despertarme y lo he hecho con lagrimas en los ojos.

Al menos este despertar me ha servido para darme cuenta de que el despertador ha pasado de mí, o que yo he pasado de él. En 25 minutos tenia que salir pitando de casa y llegar al trabajo, cosa que he conseguido. Estaba de un humor de perros mientras iba al trabajo y he intentado cojer la línea 6 en Nuevos Ministerios para atajar y cuando he visto que tenía que cruzar todos los pasillos para cojer la línea 10 mi humor ha empeorado. Pero mientras los iba cruzando he comenzado a escuchar una melodía de acordeon que me resultaba muy familiar, provenía del típico músico que se pone en esa esquinita que separa una "alfombra mecanica" de otra. La melodía era "Les Jours Tristes" de la banda sonora de Amelie, es la cancion en la que la señorita Poulein le entrega la caja a su propietario en una cabina de telefono y este la recoje y comienza a llorar. Es una escena preciosa y he recordado a Amelie sintiendose en armonía con el mundo y me he alegrado mucho y se me ha pasado por completo el mal humor y le he dado todo lo suelto que tenía al acordeonista ^_^ y el día se me ha pasado enseguida.

Así que esta noche a salir y a pasarlo bien, que para eso tengo el finde libre.

2 comentarios

caronte -

¡Hola!

Me agrada ver que no soy el único con estos sentimientos.

Un beso.

MARTA -

ME HE SENTIDO BASTANTE IDENTIFICADA CON TU "¿MINIRELATO?" JEJEJE, JOOO... LAS MISMAS PRISAS, EL MISMO MAL HUMOR A VECES... Y AMELIE... (RECORRI MIL SITIOS HASTA QUE DI CON LOS CICLISTAS DE LA CAJA DICHOSA)JEJEJE